La primera buena causa de la empresa no es el bienestar público ni la caridad, sino la sinceridad con los clientes: crear valor para ellos con sus excelentes productos y servicios.
El mercado siempre carece y busca la justicia. Sólo un negocio lleno de justicia, puede obtener la victoria definitiva en cualquier competición.
El mayor problema para los clientes es la constante falta de comprensión. Comprender al cliente debe ser el primer paso en la vitrina de DG, y la mejor manera de comprenderlo es ir más allá de la transacción para comprender sus necesidades.